miércoles, 19 de septiembre de 2007

Cuestiones de la vida diaria de una niña pequeña

Camino por el bosque, tranquila, como siempre. La ventaja de vivir en un pueblo perdido en medio de las montañas, mi padre me enseñó a amar a la naturaleza como a esa preciosa diosa de la naturaleza, Ceres y Perséfone, nunca he entendido por qué alguien tiene que irse al infierno, o al inframundo, como sea, para que las estaciones cambien y siga el: "Orden correcto de las cosas" como dice mamá constantemente.

¿Qué es eso de orden correcto de las cosas? ¿Cómo se sabe lo que esta bien y lo que esta mal, para empezar? Si hacer lo que los mayores te niegan se siente muy bien, esconderse de noche viendo las estrellas, echarme las verduras al perro, juju, mamá dice, "ya aprenderás" pero nunca me regaña.

¿Será que espera que deje las travesuras por mí misma?, eso es una Tontería, tengo 13 años por el amor de dios, y hablando de dios, ¿por qué el cura dice que no le pregunte si dios existe? ¿yo no lo he visto? ¿acaso él sí? jeje Estaría gracioso ver su cara si se le apareciera ese tío enorme que describe en su, ¿cómo se llama? Ah, sí, antiguo testamento.

¿Pero el testamento no es lo que nos dejó el abuelo al morir? ¿Que yo sepa ese "testamento" no nos da dinero ni tierras, y si lo escribió tanta gente como dice el padre alguno quedará, ¿NO?

¿Y por qué tengo que llamar al cura padre? Si padre ya tengo uno, el mío. Verdad que sí Blackie?

La niña acariciaba la cabeza de un perro negro, su amigo imaginario.

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