martes, 26 de mayo de 2009

Asesinato

Una tras otra hago desaparecer las pruebas de mi delito, mi propio y personal asesinato, el escenario es perfecto, un poco de sangre por aquí, un gran desorden junto a la caja fuerte, la joyas se vienen conmigo, el dinero también, los billetes de tren a Londres están listos, las sillas por los suelos, la mesa también ha caído, ese estúpido huevo de Farbergé está destrozado en el suelo, las cortinas y los periódicos acumulados por mi marido en el sofá prenden con facilidad, el fuego se extiende por las cortinas, corre muy deprisa, salgo de la habitación y de la casa a toda prisa, todos saben que estoy en casa terminando un escrito mientras mi marido se encuentra en Estados Unidos de viaje, todo es perfecto.

Salgo a la calle por fin, no vivimos en una zona transitada, más bien es una casa en medio del bosque, lejos de todo y de todos, es lo mejor cuando intentas escribir un maldito libro. Las llaves del Volvo se vienen conmigo, pero subo al Corvette amarillo, acelero, estoy deseosa de llegar a la estación.

Mi móbil también ha caído, la documentación falsa, la matrícula cambiada y claro mi nuevo pelo, las lentillas y el maquillaje compacto de color ocre también ayudan a cambiar mi imagen, a ver, pelo rubio largo por la cintura, siempre he sido morena, ojos negros, los tenía azules, y piel oscurecida totalmente, yo era blanca como la leche.

Me bajo del coche en una zona conflictiva, dejo caer las llaves "accidentalmente" y, como era de esperar, los muchachos se lanzan a por ellas, si supieran que eso le vinculará con mi asesinato, sonrío suavemente, llego a la estación y subo al tren-hotel, no salgo de allí hasta que no llegamos a nuestro destino final, Londres, de allí voy hasta Escocia, todo se paga en efectivo.

Los campos verdes brillan más que nunca, me acerco a un caserón antiguo oculto en pleno bosque, sale un hombre a recibirme, le beso y él se aparta bruscamente, se detiene y me mira, yo le sonrío profundamente conmovida por su reticencia a besarse con la que, a todas luces parece una completa desconocida.

"Hola llorica" le saludo con un tono de voz distinto al de los últimos días, infinitamente más infantil.

"Tu marido me llamo, dijo que estabas muerta" dice impactado, me mira a los ojos buscándome en la máscara.

"Si no estoy muerta, qué hago en el cielo?" respondo con una sonrisa, abrazada a él, me mira seriamente y termina sonriendo.

"Te quiero"

Mentir, ser cruel, ser fría y calculadora por el amor a un hombre

Llevamos juntos ya dos años, lo amo, lo admito, no me da miedo decir tal cosa, pero.... últimamente está distante, no se acerca a mi, no me toca, ni siquiera a querido besarme.



Siento que le pasa algo pero no quiere decírmelo, sale por la mañana y no vuelve a casa hasta bien entrada la noche, cuando cree que duermo vuelve a marcharse, se cree que no me doy cuenta, se está alejando de mi, es como... como si me temiera....



.- Qué demonios te pasa!? - grito, acaba de entrar por la puerta, son las cinco de la mañana, tiene una expresión totalmente desoladora, le miro fijamente, él evita mi mirada -. Es que tienes una amante?? -pregunto, por fin, intento pensar que mis sospechas son infundadas, él niega con la cabeza, le miro aún más furiosa, me acerco a él y le cojo por los hombros, entonces lo veo...



Sangre



Me aparto de él, asqueada y le miro totalmente confusa, él pasa junto a mi sin mirarme siquiera, entra en el cuarto de baño y oigo la ducha claramente. Al rato dejo de oírla y él sale, yo me siento en el borde de la cama y él, a mi lado, mi pelo cubre totalmente mis ojos.



.- Qué has hecho? - consigo musitar, mi voz no quiere salir... tengo un nudo en la garganta.



.- Me quedé sin trabajo... - susurra, le miro, me sorprende mucho eso.



.- Desde cuándo?



.- Desde hace unos meses... No quería decírtelo, estabas tan orgullosa porque había conseguido un trabajo normal. - lo admite con algo de tristeza, me siento fatal... -. Ángel me ofreció un trabajillo, tú sabes sobre qué -. Lo sabía, claro que lo sabía, Ángel solía hacer desaparecer a la gente que resultaba un molestia para sus planes-. Fue mucho dinero, pero pronto, con tu embarazo le pedí que me diera más, y ahora...

Desaparecer


.- Has sido descuidado... - respondo por él, él asiente y siento que estoy a punto de llorar -. Sabes que habría abortado... O lo habríamos dado en adopción -susurré sin voz, me moría de ganas de abrazarlo, pero no podía, no tenía las fuerzas necesarias.



.- Ya lo tuviste que hacer una vez. Y quedaste destrozada, ahora que estabas recuperada no podía permitírtelo...

.- Dejaste huellas? - pregunto, secamente, me mira sorprendido por mi repentina frialdad, niega con la cabeza-. Entonces,... dile a todos que estuvimos toda la noche haciendo el amor, yo diré lo mismo, por lo que a mi respecta, tú no te has movido de aquí... - le digo, mirándole a los ojos, rodeó su cuello con mis brazos y le beso, una y otra vez, con suavidad, como antes-. Te quiero...

.- Yo también a ti, amor mio.

Nada volverá a ser como antes, pero... a partir de ahora estaremos más unidos que nunca.