Maldita vida, condenada a un infierno por haber sido engañada por los dioses. Me deje engañar, puede que en algún momento sintiera algo, un presentimiento, pero hice caso omiso de mi instinto y lo pagué caro. Mi mirada, mi pelo, era tan hermoso, yo era tan hermosa.
Ahora ni tan siquiera puedo mirar mi reflejo sin tener ganas de llorar, salí a ver el mundo un segundo de esta maldita cueva y el pastor que me encontré se transformó en piedra, grité como un animal asustado, furiosa, con ganas de acabar con todos y vengarme, pero sólo atiné a volver a la cueva arrastrándome para llorar desconsolada.
Era tan bella que hasta un dios se prendó de mí, me enamoró con trucos de magía y yo, tonta de mí, le creí y me enamoré de él. Un día me llevó a un templo, yo no me dí cuenta de que era el de Atenea, sólo tenía ojos para él, no fuí consciente de aquél fatal error hasta que, de pronto, apareció ella.
Con su búho al lado sobre el hombro, me miraba airada, yo exahusta miré a mi alrededor y ese maldito traidor había desaparecido, dejando allí sola. Cerré mis ojos esperando la muerte tal vez, pero lo que me deparó esa mujer, esa diosa, fue algo mucho peor que la muerte.
Al salir del templo la gente huía de mí, y los varones que osaban mirarme a los ojos sintemáticamente quedaban petrificados, salí corriendo de allí, con la túnica desgarrada, tropezándome contanstemente porque una de las cintas de mis sandalías se había roto.
Llegué a una cueva arrastrándome con las manos y las rodillas sagrando copiosamente, me arrodillé a la riba de un río subterráneo y al ver mi cara grité y lloré incontables lágrimas ardientes que corrían por mi fría piel mientras mis manos tocaban mi ahora escamosa cara, me toqué el cabello y las serpientes largas como aquél que un día fue mi cabello se movieron por mi cuello deslizándose por él, oliéndome con su lengua, causándome escalofríos y pánico, el aire no me llegaba a los pulmones y me desmayé.
Ahora salgo de vez en cuando para coger bayas y alimentarme y me escondo en un rincón de la cueva esperando algo de compasión, que se me perdone, o que, al menos, hagan lo que una vez debieron hacer, matarme,...
Sorry por algo tan deprimente pero después de hacer un trabajillo sobre esta serpiente hermosa me entró la vena compasiva, esto se lo dedicó a mis colegas y a todas las mujeres que han sido engañadas para hacer algo por lo que debieron pagar un alto coste. Mucho besos. Les quiero a tod@s.
3 comentarios:
WOLESSSSSSSSSS ROSE!!!veo ke no te has aburrido estas pascuas jejjejeje!!!y ke lo de temas clasicos te ha pegado fuerte jejeje!!!
pensaba ke tu tmbien ibas a matar ala medusa jejjeje
XAUUUUUUUUU, NOS VEMOS MAÑANA;.)
WOW me encanto ^^, adoro la mitologia y nunca tengo tiempo para deborar esa sección de la biblioteca del colegio que estoy deseando hacer...
me encantò es la otra cara de la moneda algo mas objetivo y como tu lo dijiste mas compasivo,
no la jusgaste tan fuerte.
...se me hace que tienes mucha razon, es una serpiente tan hermosa como ingenua.
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